El Taproom de Vamos a Beer

Te damos la bienvenida al paraíso del craft donde no se nos cuela ni una multinacional, aquí valoramos el producto de cercanía y la calidad de nuestros productores artesanos a ambos lados de Somosierra. Este espacio en las estribaciones de la Sierra Norte te acerca nuestros salados artesanos y otros platos tradicionales segovianos.

En el espacio craft de Vamos a Beer en Cabanillas de la Sierra te espera una selección de productos recién llegados del obrador de la Panadería Juan Sanz junto con otros elaborados de productores  de Segovia para acompañar con una selección de cervezas artesanas,  vinos, destilados y refrescos

Las elaboraciones de la Panadería están como en casa en este rincón a la entrada de la Sierra Norte de Madrid dedicado a una nueva forma de consumir más eficiente, más justa, más responsable y más ecológica. 

Un adelanto de la carta te dará sabrosos motivos para pasarte por el Taproom de Vamos a Beer:

  • Chuscas segovianas: empanadas de carne, pollo con champiñón, bacalao con pasas, atún, pulpo, vegetariana, zamburiñas…
  • Artonas segovianas: pizzas de picadillo, torrezno, panceta, cuatro quesos, bacon con pimientos…
  • Chusquetes de chorizo y panceta adobada.
  • Hamburguesa con queso de cabra.
  • Tabla de ibéricos (Cuéllar)
  • Ollas de chorizo, de costillas o lomo ( Orejana)
  • Anchoas (Sangarcía)
  • Manitas de cordero lechal (Sacramenia)
  • Pimientos cherry rellenos de queso de oveja (Sacramenia)

Calle Real, 51
28721 Cabanillas de la Sierra
Madrid

662 67 57 36

Viernes: 19:00h – 23:30h
Sábado: 19:00h – 00:00h
Domingo: 19:00h – 23:30h

Déjanos una reseña

Un tentempié de sabores artesanos en el Taproom es el colofón perfecto para una jornada de turismo rural en Cabanillas de la Sierra, un pequeño pueblo ganadero a orillas de la autovía A-1, a menos de 60 kilómetros de Madrid, que se extiende a lo largo del viejo Camino Real de Burgos, luego carretera N-1, que cruzaba el municipio de sur a norte. Un destino ideal para una escapada de senderismo o bicicleta por sus antiguas cañadas,  o para pasear por su casco urbano y visitar la iglesia parroquial de San Juan Bautista del siglo XVII, las cuevas usadas como bodegas y el potro de herrar, que dan testimonio de la antigua vida y las costumbres de los habitantes del pueblo.